martes, 15 de agosto de 2017

La mujer del alma "Aireada"


Esta es la historia de una mujer y su alma por llamarla de alguna manera, "aireada". Aireada por el movimiento constante de su existencia. Una alma siempre activa, en la búsqueda de poder encajar correctamente en ese pequeño cuerpo dominado por la mente y de vez en cuando, poder ser escuchada. 
En la vida de la mujer, habían épocas de todo.  Momentos de creación de grandes proyectos personales, consecución de metas siempre creyendo que eso era lo que la iba a hacer feliz. Para esa mujer, su infancia fue tan dura, que en tal pudo, la dejó abandonada como una mascota sin dueño. Aunque la ignorara, en el fondo de su corazón siempre podía sentir la profunda herida. En cambio,  la juventud fueron momentos de autodescubrimiento, de hacer y hacer sumergida en sus pensamientos que dada la suma en experiencia, cada día eran más elaborados. También hizo muchas cosas que la hicieron feliz, muchas de ellas, dirigidas a los demás. Era su manera de sentirse satisfecha. El dinero no era su prioridad, pues le compensaba más el agradecimiento y reconocimiento de quienes la rodeaban, así que buscaba trabajos donde consiguiera ese objetivo. Por ello, para no decepcionar, siempre se esforzaba por hacerlo todo muy bien. Llegaba a un nivel de autoexigencia que en ocasiones la agotaba. Y de mientras, ahí tenía su alma, encerrada sin ser escuchada. En ocasiones, cuando la cosa perdía el sentido, confabulada con algunas emociones se hacía oír con pequeños golpes corporales y ella, enfermaba. Una gripe, un dolor de estómago. Pero como vivimos tan rápido y su cuerpo era joven y fuerte, se recuperaba pronto. Aunque en el fondo, en muchas ocasiones, esa mujer podía sentir esa inquietud interna y en el intento de dejarla hablar, salían miles de sentimientos desordenados y de todo tipo, complicados de llevar. 
Según fue creciendo e iba consiguiendo las cositas que ella creía le hacían feliz, notaba como de manera inconsciente, se iba alejando poquito a poco de su propia esencia. Esa esencia que siempre le había motivado e impulsado a ver lo bonito de la vida. Disfrazando el miedo al vacío con una dinámica vital insostenible, llegó un momento que su mente funcionaba tan deprisa que no dejaba espacio para sentir.  Fueron pasando los días, las semanas, los meses y hasta años, y ahí seguía, atrapada y con esa sensación de no saber... 
Esa situación de emociones atrapadas y cierta parálisis, ante la posibilidad de asumir alguna responsabilidad vital más, su cuerpo le pegó un crujido que la sacó fuera de todo con un clic de dedos. 
-Huy, por fin parece que podré decir alguna cosa- pensaba su alma algo triste e incómoda aún ante la falta de espacio y compenetración entre lo que ella era en realidad y el plano físico. 
Y la dejó salir un poco, a través de la culpa, del miedo y la tristeza. La mujer estaba convencida, de que esa era su verdadera alma.  Lo que no sabía es que para llegar hasta ella, había que hacer un largo camino basado en la sinceridad y amor hacia uno mismo. Algo que pensó nunca le habían enseñado a hacer. 
Siguió y siguió, con alguna dinámica que en cierta manera acallaba los grititos de su alma. Convencida de que a partir de entonces todo sería diferente. Pero seguía sintiendo un miedo que si lo perseguía o estiraba, podía llegar a cierta rabia oculta. 
-Mejor dejamos esa sensación ahí quietecita, que sino, me pongo muy fea y seguro que los demás me dejarán de querer- se decía la mujer de forma muy sutil. Aunque en el fondo de su corazón, ella sentía una ganas enormes de sacar, de vaciar esa sensación interna de lleno, de intranquilidad que le provocaba el constante silencio de un alma aireada y viva que quiere contarte como liberar tu corazón y darte la oportunidad de vivir la vida con sinceridad. Sin tanta carga, sin tanto peso. Con la paz de la fluidez de no hacer nada más que dejarse llevar y confiar. 

Conchi Gil

4 comentarios:

  1. mi mente reconoce tu mente ....mis patrones saltan todos a decir lo que tengo que decir ....ya que tener que decir es quedar grabado en este espacio para la eternidad que no existe...
    que arrogancia la mía ...como lorena que te escribe y como ser humano sin nombre...
    pero como ser humano que no tiene idea de lo que es ser humano
    todo lo que sé, sólo lo sabe mi mente...
    mi cuerpo respira sin que mi mente diga nada ...lo hace y ya
    y mi cuerpo es cómo una golondrina que hace lo correcto cuando lo hace...que sin mi permiso ( mi yo ...lorena, mi mente )lo hace...como tu cuerpo que hace lo correcto ...haciendo su proceso incontenible, incomprensible, y todos esos in ...que salen de mi mente ...la cual no capta nada de lo que nuestros cuerpos hacen...
    pero allá ellos ...
    sólo siento que tu dolor es grande, tu incomprensión aún más...y aunque no este ahí contigo ni sufra lo que tú mente te hace sufrir ...mi ser te reconoce ...ni idea ni comprensión a esto
    sólo siento que nada de lo que pasa es real... es para volver loca la mente...
    siento que mi ser y salta mi mente diciendo ...qué mente...cuál mente de que hablas ...
    pues de eso que siento e incomprensiblemente siento, que por o no fin
    estamos donde hay que estar ???
    ...hay que estar lo dice mi mente
    el presente no juzga, ni critica ni nada de eso...
    ...es perfecto
    esto de que es perfecto es un placebo para mi cuerpo mente y mis blas blas...

    mi ser??? ... siente la profundidad de tu ser ...
    eso que no tiene nombre, ni DNI, ni un padrón, ni lugar de nacimiento, ni procedencia alguna, raza ni color ni pareja ni apellido ni nada
    que lo identifique con nada
    ....eso que cuando lo siento
    ...no tiene duda alguna
    ...eso que cuando respiro
    siento que es bueno
    respirar
    me da ese sentir
    que aunque deje mi cuerpo de respirar existiré
    ....ese ser reconoce tu ser ....
    amiga mía
    te quiero

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    1. Gracias mi querida Lorena por tu reflexión y tu cariño.

      Besos

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  2. El mundo de la mente nos domina querida Conchi. El programa que nos van inculcando y que acaba dándole forma a nuestras creencias es el que se hace cargo de nuestra mente. Me resuenan tus palabras porque yo también he estado buscado aprobación y reconocimiento a lo largo de muchos años y, ahora, después de mi propio proceso personal, me doy cuenta cuando vuelvo a repetir el mismo patrón. Tú alma es inmortal y, de alguna manera, eligió venir a esta realidad para vivir determinadas experiencias e interactuar con otras personas que a su vez hacen lo mismo. Tus palabras llegan porque detrás de ellas hay experiencias, cuando no las hay, quedan vacías. Estás ayudando a muchas personas en su evolución compartiendo tus inquietudes a través de tus escritos, esto es ya una importante misión en tu vida. Sigue haciéndolo por favor...

    Un cálido abrazo guapísima.

    Antonio.

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    1. Compañero de camino, muchas gracias por tus palabras, me siento muy dichosa de tenerte en mi vida.
      Un abrazo

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